En la dilatada trayectoria de Guirlache, hay sabores de helados que se han convertido en clásicos y de entre ellos algunos, sobresalen como creaciones originales.

Y uno de ellos es el que les presentamos hoy: Chef de París.

El Chef de París nace del gusto por la experimentación y la búsqueda en el obrador de nuevas combinaciones, que siempre tuvo el fundador de Guirlache, D. Aníbal Rodríguez.

De ese quehacer, nace la idea de crear un helado artesanal de lácteos caramelizados, nueces y cerezas Amarena, buscando las proporciones idóneas de cada ingrediente, la textura adecuada al paladar y el contraste de sabores.

Partiendo de una base láctea a la que agregó nueces troceadas y cerezas Amarena que se habían macerado previamente en su propio jugo y que aportaban a la preparación el equilibrio justo entre lo dulce y ácido, obtuvo finalmente un helado con una textura suave y cremosa.

Finalmente y como tenía por costumbre, D. Aníbal presentó su creación a su familia que no pudo más que aprobar su nueva creación.

Sabedor de que había creado algo especial, comenzó su comercialización en aquel que fuera su primer establecimiento allá por los años 80, y pronto el Chef de París se colocó en un lugar de privilegio entre las preferencias de la clientela.

Y así fue como D. Aníbal creó su helado Chef de París, cuyo nombre se inspira en la exquisitez de los productos utilizados, en la combinación elegida y la elegancia del sabor conseguido.

Una creación que había comenzado como una simple idea en su obrador (como otros tantos sabores por él creados), se convirtió en una de las marcas de identidad de Guirlache, así como en una historia para contar.

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